Hubo una embestida de Antonio Rüdiger que provocó un viraje en la trama del partido. El Madrid llevaba casi media hora contemplando el control del City, que alcanzaba por entonces cifras apabullantes: habían tenido la pelota el 73% del tiempo. Entonces, mientras Gündogan esperaba un pase, su compatriota lo atropelló desde atrás y quedó aturdido sobre la hierba. Su convalecencia se transformó en una especie de tiempo muerto del Madrid, cuyos jugadores se juntaron en la banda alrededor de Ancelotti, mientras Benzema vigilaba al caído.