La decisión de EH Bildu de incluir a 44 exmilitantes de ETA, 7 de ellos con delitos de sangre, en algunas de sus 300 listas para las elecciones municipales de Euskadi y Navarra ha provocado un debate inédito entre víctimas de la banda, intelectuales vascos y expertos en el fenómeno terrorista. Todos coinciden en que la participación de antiguos miembros de la banda en las elecciones, después de haber cumplido condenas de cárcel, es legal. Pese a reconocer la validez jurídica de las listas, consideran que la presencia de aquellos en estas provoca dolor a las víctimas y al mismo tiempo denuncian la utilización política del terrorismo.