Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) sabe bien lo que es la depresión. El diagnóstico a su madre, siendo ella una niña, ha marcado su vida y la singular personalidad de sus diseños. “La ropa de colores, las casas alegres y la luz son los mejores antidepresivos del mundo. La gente ahora viste con muchos más colores porque les ayuda a ser más felices”, comenta Ruiz de la Prada a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un vagón de tren. Allí confiesa la diseñadora el “morbo” que le producen los trenes y lo que disfruta viajando en ellos, mucho más que subida a un avión. “Cuando [José María] Aznar fue elegido presidente, me invitaron a una cena en La Moncloa y le dije que lo que tenía que hacer era poner trenes por todas partes”, cuenta.
“Siempre me ha parecido que los que iban disfrazados eran los demás”
Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) sabe bien lo que es la depresión. El diagnóstico a su madre, siendo ella una niña, ha marcado su vida y la singular personalidad de sus diseños. “La ropa de colores, las casas alegres y la luz son los mejores antidepresivos del mundo. La gente ahora viste con muchos más colores porque les ayuda a ser más felices”, comenta Ruiz de la Prada a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un vagón de tren. Allí confiesa la diseñadora el “morbo” que le producen los trenes y lo que disfruta viajando en ellos, mucho más que subida a un avión. “Cuando [José María] Aznar fue elegido presidente, me invitaron a una cena en La Moncloa y le dije que lo que tenía que hacer era poner trenes por todas partes”, cuenta.